lunes, 23 de abril de 2007

Credo

Creo en tu lengua.

Creo en el surco instantáneo que recreas tembloroso.

Creo en cada sombra que se pierde en tu regazo.

Creo en la sima inalcanzable de tus manos.

Creo en la esquina

en el vértice

en la orilla.

Creo en las diminutas estatuillas que destruyes cuando me nombras.

Creo en tu risa

escasa inesperada incomprensible.

Creo en el rito olvidadizo de quererte.

Creo en el sueño,

en el arco insomnio de soñarte etéreo,

Creo en la estúpida creación que es abarcarte.

Creo en el hondo vacío de mi cáliz.

Creo en tu nombre,

en el escaso espacio entre tus dedos y mi gloria.

Creo en mi vientre,

en la mala costumbre de llamarte a gritos

en las sombras.

Creo en la pálida locura de perderte.

Creo en tu esperma fuente imprecisa

creo en la llama inaudita de una orquídea.

Creo en tu lengua.

lunes, 9 de abril de 2007

Perdí la noche

Perdí la noche.
Y en el ocaso azul de mis ideas
todo expiró humillado. Perdí el día,
y luces centellearon en la entrada
de no saber el fin, de estar callada.

Inútil ceguedad, fútil espera,
atada a la marea de mis rupturas.
Solitaria
y decadente
y fragmentada,
en un continuo ser y detenerse
gastado amanecer, materia oscura.


Ahora es el ahora del mañana.
Ahora el dormir me viene grande,
cómodo y grande.